domingo, 20 de julio de 2008

No yolotli


Todo comenzo un martes
una tranquila noche llegaba del oriente,
un sol herido del occidente,
un ojo vibrante arriba de nosotros.

Es un testigo de una noche triste,
la ofrenda de sangre tu recompensa,
la piedra verde... tu corazón...

Un color profundo,
con tonos formados por el tiempo,
con espinas de maguey,
cuando te encontre sembrado.

Esa noche lo lleve celosamente bajo el brazo,
a traves de ruinas milenarias,
con el deseo de mirarte a la luz del fuego,
sentir tu palpitar... eres mi regalo mas preciado.

Toda la noche lo cubri,
nervioso me encontraba ante tal descubrimiento,
me reservaba a mirar de reojo y sentir el fulgor del corazon
del corazon de piedra verde.

Esa noche soñe que volaba...
hasta que los primeros rayos del sol me despertaron,
me pare y fui corriendo a ver mi hallazgo,
estaba frente a la piedra más hermosa que he visto,
que tenía una grieta en el medio, como si le faltase una parte,
intente recordar si tenía esa grieta...

Tome la espina de maguey y la clave en mi mano,
cuando la sangre empezo a recorrer, el corazón empezo a palpitar,
yo solo podia pronunciar dos palabras,
no yolotli... no yolotli....

A partir de ese día,
lo llevo en un collar no visible,
uno que llevo dentro del cuerpo,
que no tiene extensión alguna,
que solo marca mi pecho...

No yolotli...

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